Des-Pa-Cito

En la variedad está el placer, reza el dicho popular. En la velocidad está el placer, cuando de tomar fotos se trata.

El ejercicio de hacer la misma toma con diferentes velocidades es algo que vale la pena hacer; por gusto, por práctica, por el simple ejercicio de manejar los rudimentos básicos de la fotografía y descubrir el resultado.

Dependiendo de la velocidad de obturación se congela o se difumina la imagen, especialmente cuando es agua la que se está enfocando.

Es cuestión de probar, de "caharrearle" a la cámara y descubrir los efectos que se logran. Obviamente, no sobra recordar que el manejo del diafragma hace parte de la ecuación para aclarar o en su defecto oscurecer el encuadre, pero hoy comparto un claro ejemplo de lo que sucede cuando se manejan diferentes velocidades de obturación.

A menor velocidad, hay que anclar mejor la cámara si no se está trabajando con trípode y a mayor velocidad hay que revisar el diafragma, ya que por la velocidad tiende a oscurecerse.

¿Rápido o Despacio? usted elije, con cámara en mano, y el corazón responde, como en las siguientes fotos.